viernes, 27 de abril de 2012

El Jabalí

El Jabalí es el antepasado del cerdo doméstico. Tiene un cuerpo compacto, de color marrón o negruzco, del que destaca su gran cabeza cónica provista de un morro cilíndrico acabado en una jeta, que utilizan para levantar y remover el suelo buscando su alimento. Poseen un gran olfato y una dentadura adaptada a su dieta omnívora, destacando en los machos adultos los colmillos, largos, estando los de la mandíbula superior, vueltos hacia arriba. En éstos aparecen algunas zonas plateadas de la cara y del dorso, canosas. El pelaje que cubre su cuerpo es denso, y los pelos son duros, por lo que recorren el interior de zarzales y matorrales espinosos sin inmutarse. Son frecuentes junto a charcas que utilizan de revolcaderos el encontrar la corteza de los troncos de encinas o pinos, desgastada, llenas de barro, como resultado de restregarse los costados contra ellos.
A los pequeños jabalíes se les llama 'rayones' por su peculiar indumentaria a rayas longitudinales marrones y claras.



Hábitat y distribución. 
Vive en casi toda Europa, Asia y norte de África, habiendo sido introducido en América, Australia y Nueva Zelanda. Ocupa todo el territorio peninsular, y en Murcia  se le puede ver desde la costa hasta el interior, en todo tipo de ecosistemas, siempre que haya matorral o bosques donde encontrar refugio.







Costumbres y alimentación.
Es de hábitos crepusculares y nocturnos en verano, y más diurnos en invierno. Vive en pequeños grupos familiares formados por una hembra y su descendencia, mientras que los machos viven separados, y los adultos vagan solitarios. Su dieta omnívora abarca tanto vegetales como los animales con que se topa en su búsqueda: invertebrados, anfibios, reptiles, micromamíferos, huevos de aves, etc. Los jabatos, al poco de nacer, ya pueden valerse por sí mismos, acompañando a su madre en los desplazamientos y alimentándose ya de todo lo que encuentran a su paso.

Protección y conservación.
En los últimos años ha experimentado una gran expansión su área de distribución, debido sobre todo a la ausencia de depredadores naturales, lo que es causa de conflictos por desplazarse a zonas de cultivos y núcleos habitados. Deben controlarse sus poblaciones mediante técnicas adecuadas, para evitar daños en cosechas y cultivos.

jueves, 26 de abril de 2012

La Tortuga Mora

 El tamaño de la Tortuga Mora es variable, no llegando a alcanzar el caparazón los 30 cm de longitud en los mayores ejemplares. El caparazón es muy convexo, y de él sobresalen las patas delanteras, y traseras, que exhiben un espolón en la cara interna de los muslos. La cola, que sobresale, es corta, siendo mayor en los machos. En los jóvenes el caparazón es flexible, de aspecto granuloso y coloración amarilla, con los bordes de las placas negros. En ejemplares adultos el espaldar es de color amarillento con las placas igualmente bordeadas de negro. El peto también es amarillo teniendo cada placa un diseño en negro.
File:Nabeulensis sarda.JPG

Hábitat y distribución
En Europa la Tortuga Mora solo se encuentra en España, donde existen tres poblaciones: En Doñana (Huelva), en Mallorca y en el Sureste Ibérico, en la Región de Murcia y en Almería.
Las poblaciones murcianas se pueden agrupar en dos áreas separadas por el Valle del Guadalentín. En torno a ambos núcleos se disponen una serie de poblaciones satélite de menor tamaño.


Costumbres
Se encuentra en la zona más árida de la Región de Murcia, en los terrenos abiertos y ondulados de los términos municipales de Lorca, Puerto Lumbreras, Aguilas, Mazarrón y Cartagena, presentándose a veces en cantiles rocosos. A menudo en ramblas secas, muy soleadas y con cobertura variable de matorral, espartal y tomillar.
La Tortuga Mora es una especie de carácter terrestre, diurna, que dedica una gran parte de su tiempo en solearse con las extremidades extendidas y el caparazón apoyado en tierra, y en la búsqueda de su alimento, básicamente vegetal. En los periodos más fríos del invierno excava pequeños encames y galerías donde se aletarga hasta la llegada del buen tiempo




















Protección y conservación
La Tortuga Mora es uno de los elementos más valiosos y representativos de la biodiversidad de la Región de Murcia. La importancia de las poblaciones regionales de este quelonio supone una gran responsabilidad de cara a su conservación. Pese a que en Murcia todavía existen poblaciones numerosas, los factores de amenaza también están ampliamente representados, y todavía es muy escasa la superficie de hábitat óptimo protegido.

 La principal amenaza de la especie es la pérdida y fragmentación del hábitat, debido principalmente al aumento de la agricultura intensiva, la proliferación de urbanizaciones y la construcción de grandes infraestructuras lineales, como autovías. Un segundo grupo de amenazas proviene de la consideración de la especie como animal doméstico, los riesgos de aparición de enfermedades infecciosas por suelta de animales cautivos enfermos (como la rinitis crónica), y la posibilidad de pérdida de caracteres adaptativos locales, dado el incierto origen geográfico de los individuos donados para soltar.